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domingo, 13 de mayo de 2012

You're my friend, you're my life.


¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¡Wohó! ¡Sí! Bueno, ayer básicamente lo que hice fue un pedido y ya está. Y el viernes una entrada y una marca, así que vayamos a contar lo que me a pasado ayer, que va para rato.

Ayer, yo pensaba que me iva a ir a la parcela de mi abuela, que como bien dije el viernes, era lo más parecido a un campo. Digo yo que ya sabréis como es una parcela ¿No? En fin. Que al final, fuimos a un bar. Con toda la familia, menos mi tía, mi tío y su hijo, es decir mi primo Gonzalo. Pero si vino Adrian. Que tiene 7 años, pero es muy hablador, y se expresa muy bien, a salido a mi *FuckYeah* lo que decía.

Ese bar estaba en Guadalajara, así que fuimos en coche (es lógica, no nos vamos a ir andando) en fin. Aquel bar tenía unas raciones extremadamente exageradas, pero no me detuve a hacer una foto a esas dos pedazo de tortillas... A ese plato lleno de patatas fritas, con huevos cocidos, tomate, lechuga... Dios mai. Si vierais como estaba la mesa... Pero la verdad es que estaba deliciosamente delicioso.

Solo hubo un pequeño problema. Y es que el postre... ¡Era gigante! Yo me quede en plan "¿No me jodas?" así que lo compartí con mi primo. Luego, cogí la cámara, y como en el bar había mucha gente... Decidí hacer una locura propia de mi. Así que puse la cámara encima de una mesa libre, le dí al play... ¡Y a bailar!

Voy a explicaros como era el bar. En la entrada, había mucha gente, que lo que estaba haciendo básicamente era beber. Así que no creímos molestarles. Luego había una sala en la que ahí estaban las mesas para comer. Así que para no molestar ahí, bailamos donde estaban bebiendo. La gente nos miraba con cara de "¿Que coño hacen estos retrasados?" pero nosotros nos lo pasábamos bien.

Después de un tiempo, estaba tan sudorosa... Que necesitaba ir a la calle. En ese instante, pagaron la cuenta, y por fin salimos a fuera. Era tarde, pero oí a mi tía Elena, que fuésemos a la feria. Adrian se puso a saltar y dijo "¿Puede venir Marta?" mi madre solo se negaba, y se negaba... Pero al final ¡Dejó que fuese! Yo me monté en el coche de mi tía con Adrian, Jose y Juani. Mi tía con mi madre, mi padrastro y mi abuela, para poder indicarles.

Una vez llegamos a la feria, Adrian estaba ya en busca de los coches de choque. Pero al final, optó por no montarse. Y me obligó a montarme en una atracción que era una especie de tren, y era para bebés, y también me obligó a montar en una atracción de mortadelo y filemón.

Luego, quería que montase en una atracción de lo más infantil. Y dije "Hasta aquí eh llegado, montate tú, que yo me monto en el saltamontes" a Adrian le daba miedo el saltamontes, así que se montó en esa atracción tan... Infantil para su edad. Me monté 2 veces en el saltamontes ¡Yuju! Me encantaba. Después, había una casa del terror. Me monte sola. Aburrido ¿No? Pero se pasa bien.

Y al cabo de horas, y horas. Ya eran la una de la mañana. Me fui a casa, y llegué a las tres de la mañana.

Walá ¿Que os a parecido? Larga historia ¿Eh? Pues hasta aquí la entrada de hoy, queridas bloggers, que tengáis un gran Domingo :3

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